Las reformas sociales lideradas por el presidente Gustavo Petro han enfrentado un prolongado y arduo camino en el Congreso, extendiéndose por 13 meses, y se aproximan jornadas cruciales donde el Gobierno pondrá en juego gran parte de su capital político para evitar su hundimiento.
Esta semana se vislumbra crucial, con la votación de las ponencias de la reforma pensional para su segundo debate en el Senado y la convocatoria a la Comisión VII de esa corporación para iniciar la discusión del tercer debate de la reforma de la salud, la cual se encuentra virtualmente en riesgo de ser rechazada.
El escenario en el Senado plantea desafíos significativos para el Gobierno, con una mayoría menos consolidada en comparación con la Cámara de Representantes. La plenaria, programada para el martes, requerirá primero asegurar el quórum de 53 senadores, tarea que no fue sencilla durante la votación de los impedimentos. Posteriormente, se deberá buscar avanzar hacia las ponencias, mientras la oposición podría intentar dilatar el proceso.
El tiempo es un factor crítico, ya que si el proyecto no se aprueba antes del 20 de junio, podría hundirse por falta de trámite. Sin embargo, superado este segundo debate, los dos restantes en la Cámara podrían ser más fluidos.
En el caso de la reforma pensional, la consolidación de mayorías es el principal desafío. Actualmente, cuatro textos se encuentran sobre la mesa, y ninguna ponencia cuenta con un respaldo claro. El Gobierno contempla apoyar el texto alternativo si no logra los votos necesarios para su ponencia, reconociendo que la Cámara podría ajustar el articulado según sus intenciones.
Por otro lado, la reforma de la salud enfrenta un panorama aún más complejo, con una mayoría evidente en la Comisión VII del Senado a favor del archivo del proyecto. A pesar de algunos intentos por presentar ponencias alternativas, la falta de consenso y la polarización en el debate complican el panorama.
El Pacto Histórico, principal opositor de las reformas, planea recusaciones como estrategia para enfrentar el debate, buscando sacar del mismo a senadores que podrían favorecer al Gobierno. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el resultado final en un proceso que continúa siendo un viacrucis político para el presidente Petro.
Foto por AFP