Una polémica de grandes proporciones rodea al presidente Gustavo Petro luego de que el excanciller Álvaro Leyva asegurara que el mandatario colombiano padece una adicción que afectaría su capacidad para ejercer el cargo. El episodio que ha reavivado este debate se remonta a dos jornadas clave: el 23 y 24 de junio de 2023, durante una visita oficial a París. En esos días, Petro suspendió sorpresivamente su agenda pública, aplazó su regreso a Colombia y generó incertidumbre entre los periodistas y miembros de su comitiva.
El presidente asistió a la “Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial”, organizada por el Gobierno francés y celebrada los días 22 y 23 de junio, un evento que reunió a más de 40 jefes de Estado y líderes del sistema financiero internacional. Durante su intervención, Petro defendió su propuesta de “cambiar la deuda de los países por acciones en defensa del medioambiente” y explicó su participación afirmando: “Los banqueros más importantes del mundo y la banca de desarrollo, ahora reunidos en París, estudian la reestructuración del sistema financiero mundial para superar la crisis climática.”
Tras cumplir con esta agenda, se esperaba que el presidente regresara a Colombia el viernes 23 por la noche. Sin embargo, su vuelo fue aplazado primero para el sábado en la tarde, con la excusa de una posible reunión con la empresa francesa Dassault, fabricante de los cazabombarderos Rafale. Dicha reunión fue finalmente cancelada, y la salida del mandatario volvió a retrasarse, esta vez hasta el domingo 25. El embajador en París, Alfonso Prada, intervino para asistir a los periodistas que no contaban con alojamiento, ya que no se les había informado oficialmente sobre la nueva agenda del presidente, quien no fue visto durante esas horas.
Formalmente, Petro había delegado sus funciones en el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, mediante un decreto que estipulaba su regreso el 24 de junio. Sin embargo, ese día se prorrogó el encargo presidencial “por un cambio en la agenda del señor presidente y por razones de orden técnico-aeroportuarias”, según lo consignado en un documento firmado en París.
La versión del excanciller Leyva sobre esos días ha generado controversia: “Fue en París que donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, afirmó, aunque sin aportar pruebas o detalles concretos. En contraste, Alfonso Prada aseguró que Petro “cumplió todos sus compromisos y luego, el sábado, tuvo una agenda privada”.
La hija mayor del presidente, Andrea Petro, también defendió a su padre, ofreciendo una versión más íntima de esos momentos. “En Francia, mi papá encontró algo raro en Colombia: tiempo en familia, privacidad, calma... Solo buscábamos una paz que allá no permiten”, escribió en respuesta a las acusaciones. En declaraciones posteriores, agregó que pasaron el sábado juntos y que el presidente se dedicó a descansar. “Mi papá también se tomó un tiempito de ir a una biblioteca”, añadió, y explicó que siempre estuvieron acompañados por personal de seguridad.
Por su parte, el presidente Petro justificó la prórroga de su estancia en París argumentando motivos personales: “Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecución que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla.” En sus palabras, reconoció implícitamente que la extensión de su estadía se debió a razones familiares.
Un año más tarde, Petro volvió a París y compartió públicamente fotos de una cena familiar, reconociendo el valor de esos momentos. “Un privilegio, sí, lo admito. Hoy festejo el cumpleaños de mi nieta marsellesa, Luna, en París... Tengo a mis hijas e hijos a mi lado, solo falta uno”, escribió en X. Esta publicación fue vista por algunos como una forma de mostrar abiertamente lo que en 2023 había quedado en el misterio, evitando quizás la controversia que estalló tiempo después.