El presidente Gustavo Petro modificó la propuesta de reforma pensional, sugiriendo que los colombianos coticen hasta cuatro salarios mínimos en Colpensiones, en contraste con el límite de 2.3 salarios mínimos aprobado previamente por el Senado. Esta revisión causó descontento entre los congresistas, especialmente en el partido Liberal, quienes sienten que el presidente no ha mantenido su palabra.
Durante una reunión con senadores y el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, se había acordado un umbral más bajo, el cual fue posteriormente aprobado por el Senado. Sin embargo, la reciente alocución presidencial sugiere una vuelta a la propuesta original, lo que podría complicar las negociaciones futuras en la Cámara de Representantes, donde la iniciativa será debatida a partir del 8 de mayo.
Senador Alejandro Carlos Chacón expresó que, aunque no percibe un engaño, reconoce la dificultad de las negociaciones y subraya la independencia de la Cámara en estas decisiones. En contraposición, Mauricio Gómez Amín critica la falta de coherencia del Gobierno, argumentando que romper acuerdos previos mina la confianza y dificulta el proceso legislativo.
El congresista Juan Carlos Losada acusa directamente al presidente de traicionar los acuerdos alcanzados, mientras que Carlos Felipe Quintero adopta una postura más mesurada, indicando la necesidad de analizar detenidamente el texto antes de tomar una decisión final. Este cambio en la postura del presidente generó una atmósfera de incertidumbre y frustración entre los legisladores, quienes ahora enfrentan el desafío de conciliar los intereses y las propuestas contradictorias en un marco temporal limitado, amenazando la viabilidad de la reforma pensional.
Con Información por Notipress
Foto por AFP