El presidente Gustavo Petro reaccionó este jueves a la elección del nuevo papa León XIV con un mensaje en el que expresó su esperanza de que el pontífice se convierta en un líder espiritual para los migrantes del mundo y en un defensor activo contra la crisis climática.
“El nuevo Papa, León XIV, es más que un estadounidense. Sus ancestros inmediatos son latinos: españoles y franceses, y vivió cuarenta años en nuestra Latinoamérica, en Perú”, destacó el mandatario en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
El jefe de Estado hizo un llamado a que el nuevo jefe de la Iglesia católica aliente a los migrantes latinoamericanos que residen en Estados Unidos, a quienes describió como “humillados”, e insistió en la necesidad de su “organización”.
“Ojalá nos ayude en la construcción de la gran fuerza de la humanidad que defienda la vida y derrote la codicia que ha provocado la crisis del clima y la extinción de lo viviente”, añadió.
El mandatario cerró su mensaje haciendo referencia a Chicago, ciudad de origen del nuevo Papa, a la que describió como “la gran ciudad obrera y progresista de los Estados Unidos”, y expresó que siente “esperanza” tras su elección.
León XIV es el primer papa nacido en Estados Unidos y, según fuentes del Vaticano, su trayectoria pastoral se desarrolló durante varias décadas en zonas rurales de Perú, lo que ha generado expectativas sobre su relación con América Latina.
En otra publicación, el presidente hizo referencia al fallecido pontífice Francisco I (Jorge Bergoglio), porque su ideología marcó la vida como cardenal del nuevo portador del Anillo del Pescador. “Volviste a ganar Francisco, muy bien. La humanidad te agradece, estés donde estés, allá en la luz”, escribió.
El nuevo papa
Robert Francis Prevost Martínez, elegido como papa León XIV, nació en Chicago en 1955 y es el primer pontífice estadounidense de la historia.
De padre de ascendencia francesa e italiana y madre de raíces españolas, el nuevo papa es miembro de la Orden de San Agustín y pasó buena parte de su vida en Perú, donde fue obispo de Chiclayo y adquirió la nacionalidad peruana.
Su trayectoria pastoral en América Latina, especialmente en comunidades menos favorecidas y rurales, lo ha consolidado como una figura cercana a los pueblos del sur.
Antes de su elección, se desempeñó como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina en el Vaticano.
Habla español con fluidez y es considerado un líder moderado, con sensibilidad social y ambiental. Su elección representa una señal de apertura y continuidad con el legado del papa Francisco, y despierta expectativas sobre su papel en temas como la migración, la equidad y el cuidado de la Casa Común.