El Gobierno nacional solicitó al Senado que dé trámite inmediato a la Consulta Popular sobre la reforma laboral, en lugar de esperar la resolución de la apelación interpuesta por algunas bancadas tras el archivo de la iniciativa en la Comisión Séptima. Durante la plenaria, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, afirmó: “lo primero que tenemos que hacer es votar la Consulta Popular, es el camino más seguro para garantizar la reforma laboral”. Agregó que la apelación “se demoraron nueve, hasta diez semanas, para tramitarla” y advirtió que, a cinco semanas del cierre legislativo el 20 de junio, existe “un enorme riesgo” de que la reforma expire.
Sanguino sostuvo que el Ejecutivo insistirá en que se “valide” la Consulta Popular, y que, si la plenaria decide dar curso a la apelación o retomar la minireforma del Partido Liberal, es decisión soberana del Senado. En la sesión, que duró más de cuatro horas, los ministros del gabinete defendieron el uso de este mecanismo. El ministro del Interior, Armando Benedetti, enfatizó: “la Consulta Popular no es solo un trámite, es la voz del pueblo sobre sus derechos laborales”.
Benedetti invocó la Ley 134 de 1994, destacando que este instrumento permite resolver bloqueos entre poderes del Estado. También rechazó los cuestionamientos sobre el costo económico: “la democracia no es barata; las dictaduras sí lo son”. Finalmente, el Ejecutivo llamó al respaldo parlamentario para que, tras su aprobación, el presidente Gustavo Petro convoque la votación ciudadana en los tres meses siguientes, en defensa de los trabajadores colombianos.